Comienzo de una mañana Heaven estaba de buen humor, su pierna
estaba enyesada y al menos podía salir un rato de ese lugar que la sofocaba, su
habitación. Ethan le había dado el permiso para hacerlo, solo que no tenia
acompañante.
-¿Quieres mostrarme tu el lugar? No conoce a nadie.
El se encogió de hombros.
-Si, claro. Te acompaño.- Sonrió leve.
La sonrisa era cálida y amigable.
El se acerco a su pierna bajándola de la cama mientras ella
se sentaba y tomaba impulso para levantarse.
Sus miradas se atraparon y Haven tomo un trago profundo. Aparto
la mirada y caminaron en silencio hasta la puerta.
El abrió y salieron.
El lugar que estaba refugiados era una especie de cámara subterránea,
que estaba oculta en lo que era un volcán. Una estructura cónica, rocosa, son
siglos de antigüedad.
Se suponía que era la tumba de Millan, sus hermanos lo habían
lanzado allí, cuando aparentemente lo habían derrotado. La cámara cuanta con
varias secciones, donde estaba ella era la de recuperación. Millan la creo para
sanar allí los heridos que eran dañados por sus hermanos.
A medida que iban caminando por un suelo arenoso y rocoso, a
su alrededor se veía mucho trabajo. Era un lugar enorme con muchos hombres contrayendo
armaduras, medicinas, ropa y otros tipos que se necesitaban. Habían mujeres
juntos a ellos ayudando como uno igual. En las paredes se ponían ver miles de
antorchan que formaban un torbellino hacia arriba, terminando en lo que era el
techo. Este era la abertura del cráter, cerrado por una gruesa madera que se abría
cuando jalaban todos de una cuerda gruesa y resistente cuerda. Por encima de la
madera había un líquido a base de ácidos extraídos de plantas venosas. El líquido
tenía una reacción aferente que imitaba al magma del volcán.
Ethan le mostraba el lugar a Heaven y ella estaba muy
sorprendida por todo lo que veía. En la llevaba a la cámara donde estaban los
dragones, aunque pensó que de seguro a Heaven no le gustaría.
-Te mostrare la cámara de dragones, no te asustes no va a
pasarte nada.
Ella sonrió tierna.
- Después de volar en uno y dominarlo, ¿le tendré miedo?
-Entonces, ¿Crees que puedes con uno de nuevo? Ethan buscaba
hacerla sentir mejor, la retaba a subir en otro dragón cuando su pierna
estuviese mejor.
- Puedo con otro.
Sonrió, aquella sonrisa se reflejo en sus ojos.
Llegaron a una especie de celda que era el refugio para los
dragones, se escuchaba un estruendo, ruido y varias voces. Ethan toco esperando
que abrieran, en eso un hombre alto, con tez ruda y seria. Cargaba solo
pantalones de cuero como los que les había visto a los que la salvaron de morir
en un árbol. Abrió solo un poco la puerta y los dejo entrar.
Un dragón, el mismo que había montado Heaven estaba enojado a
no ser dominado. Botaba fuego por la boca y todos se escondían de él.
-Déjenlo.
Heaven le parecía injusto e inhumano que lo quisieran amarrar
de nuevo así cuando les había salvado la vida
- Señorita, este dragón no se deja calmar y ya ha lastimado a
varios.- comento aquel hombre.
-Yo lo hare calmarse.- Expuso con preocupación Heaven.
-No-Ethan negó con la cabeza
- No iras. La tomo del brazo sujetándola.
- Suéltame- Dijo con autoridad alzando sus ceja.
Ethan la soltó preocupado. Heaven camino despacio sin llamar
mucha la atención del dragón. Parecía tranquila pero en sus adentros sabía que
era un suicidio, una locura, no tenía que probar nada ni hacerlo.
El dragón gruñía al mirarla acercar, no sentía mucha amenaza
pero aun no confiaba.
-Tranquilo... Dijo con calma. Heaven mando a soltar sus cuerdas,
la creían loca para hacer eso. Millan acababa de llegar y alzando sus manos
mando a hacer lo que ella decía.
El dragón era 20 veces Heaven y a ella no le importaba. Para
su sorpresa, el dragón dejo que se acercara aun más y se calmo un poco. Todos
con excepción de Millan quedaron sorprendidos por lo que había hecho Heaven.
Ethan intentaba buscar una explicación así mismo, como es que Heaven podía
calmar ese feroz dragón.
-No lo haces nada mal como para acercarte al dragón estando
herida- La voz de Millan resonó en aquel lugar.
Heaven volteo a verlo y se sorprendió al verlo, ella estaba
segura de haberlo visto antes. De pronto, empezó a tener visiones, tan claras
como si fueran reflejos en el agua, estaba viendo uno de sus sueños donde
justamente estaba el mismo hombre. Heaven ya sabía donde lo había visto, era él,
era el sujeto que vio en sus sueños y que tomaba en sus brazos cuando aquella
cabaña se incendiaba.
- Quiero que todos se salgan- Dijo Millan dando órdenes.- Excepto
tu Heaven. Quiero hablar contigo.
Todos recogieron y salieron uno por uno dejándolos. Ethan fue
el último en salir.
- Eres valiente- Dijo Millan.
Heaven se sentía algo apenas y asintiendo dando razón a sus
palabras, no sabía exactamente qué decir.
- ¿Que sientes por el dragón?
Millan se acercaba a aquel sin tenerle miedo, sin sentir algo
y comenzó a acariciar tu pata delantera izquierda.
Heaven volteo a verlo de nuevo.
-¿Por qué no te hace nada el dragón?
Heaven tenía muchas interrogantes en su cabeza, no solo por
lo del dragón, sino también por sus sueños, el libro.
No has respondido mi pregunta- contesto Millan.
Heaven hizo una pequeña mueca.
- No lo se. Me salvo la vida.- Heaven miraba al dragón rojizo
bajar la cabeza.
- Tengo muchas preguntas desde que llegue.
-El dragón te salvo la vida- Millan dejaba salir una leve
sonrisa dejando de acariciar el dragón. Estaba dispuesto a contestar -Pienso
que él está agradecido contigo, por sacarlo de ese lugar. Puedes preguntarme lo
que quieras.
- ¿Sabes que no soy de aquí?
- Si lo sé. Me dijeron
- Pero no te han dicho como llegue, en si.
Heaven iba a contarle como había llegado esperando que le
diera alguna respuesta o la llamara loca.
- Si se como llegaste. Se la verdad
- ¿Sabes la verdad?- Pregunto sorprendida.
- Se que fue una puerta, se que un dragón te daño la pierna y
sé que no eres de aquí sino de otro lugar que no es de Borjhan.
Heaven se preguntaba porque sabía todo sobre su llegada, ella
no le había contado a nadie, al menos no con detalle, apenas si le conto a
Ethan.
-¿Como lo sabes?
También quedo con la intriga sobre Borjhan, había escuchado
ese nombre, pero no lograba recordar donde.
- Se muchas cosas que con el tiempo te diré y iremos conociéndonos.
El dragón se movió y ellos se apartaron para que aquel
pudiera acostarte.
-¿Qué cosas?
-Vamos, salgamos un rato, creo que este joven dragón quiere
dormir
Heaven se movía lento para salir de aquel lugar.
-Esta bien
-Esa pierna pronto estará
mejor
Millan dejaba salir una pequeña sonrisa.
Heaven lo miraba con asombro, con todo lo que han pasado y el
mostraba tanta tranquilidad, es como si nada le preocupara.
-Puedo hacerte otra pregunta. – Comento.
Millan la observo cambiando su sonrisa y se notaba más serio
-Sé lo que vas a preguntarme... Pero claro que puedes
Millan habría una puerta que los llevaba a la salida de la sección
de dragones.
-Como puedes estar tan tranquilo con todo lo que ha pasado.
-¿Tranquilo? No lo estoy. Estoy preocupado por ti
-¿Por mi? ¿Porque por mi? ¿Cómo sabes toda la verdad?
Lo que el sabia a Heaven e intrigaba, nadie sabía su hogar,
como había llegado aquí y menos de la puerta.
- Porque yo ordene que te llevaran a aquel lugar.
Heaven se detuvo en el camino confusa, intrigada.
Caminaban por un pasillo lúgubre de antorchas con poca luz.
-¿A qué te refieres?
- Eres de aquí
- No, no soy de aquí. Solo me encontré una puerta en al
armario de mi casa
- Yo sabía que la encontrarías. Heaven lo que te diré es
confuso y no puedo decirte todo a la vez.
- Dime porque dices que soy de aquí
Heaven comenzaba a perder la paciencia. Ella pensaba que él
estaba mintiéndole y jugando con sus sentimientos. Tenía muchas preguntas que
hacer.
-Heaven dime una cosa ¿Cuándo te molestas o te pones triste
no notas cosas extrañas? Millan pregunto.
Heaven asintió.
Pensó en las cosas de su niñez que le dolía recordar, era
siempre la rara y la loca del tiempo. Muchas veces cuando se enojaba o estaba
feliz ocurrían cosas extrañas; como el jardín de su madre, la tempestad del día
que William le hizo daño. Siempre se había preguntado: ¿porque sucedía todo
aquello? Heaven no quería reconocerlo.
-No lo sé... Es complicado, son cosas inexplicables, pensé
que eran pura coincidencia
Millan debía aclarar
las ideas de Heaven, era momento de que ella supiera la verdad.
-La coincidencia es una casualidad del destino
.
- Explícame entonces porque fueron. Porque entre aquí, porque
Mirdor desde que me vio me quiso matar de una vez.
- Heaven. Yo soy tu verdadero padre.
Aquello fue como un baño de hielo para ella, su tez se torno pálida
al instante y su voz temblorosa.
-¿A.. Que te refieres? Tú no eres mi p... padre
Tal y como Millan esperaba así fue la reacción de Heaven,
negaba todo aquello.
-Se que no es fácil para ti, pero soy tu padre.
Cuando Millan iba a contarle lo demás uno de los
guardias, uno de los hombres de negro
que había salvado a Heaven los interrumpió.
-Señor, los centauros ya están en la sala de la reunión.
-debo ir, ve con Ethan y cuando me desocupe iré contigo.
Heaven siguió el camino desconcertada, se preguntaba si era
una mala broma o si era cierto tenía muchas preguntas en mente ¿cómo que era su
hija? ¿Como había llegado entonces a la tierra o Millan era de allá y había
otra puerta? ¿Porque le había confesado así? Todo aquello ya era demasiado para
ella, un sujeto con terribles bestias que la quería asesinar y ahora un sujeto
que dice ser su padre ¿qué otra cosa debía saber?
Heaven se sobre salto.
Unas manos cálidas tocaban sus hombros. Iba distraída por sus
pensamientos, dudas, que no había prestado atención donde caminaba.
Al alzar la vista un muchacho estaba frente de ella, estaban
nariz contra nariz. Era guapo, sus ojos marrones brillaban como perlas y su
pelo castaño. Era alto, y delgado y musculoso.
- Lo siento...- dijo Heaven con timidez.
- Esta bien, eres Heaven ¿cierto?- Dijo él con una sonrisa
amable.
- Eh.. Emm… Yo...
-No digas nada, ambos estábamos distraídos ¿estás bien?
Heaven no sabía cómo responder aquello. Se había enterado de
su verdadero padre, estaba herida, queria regresar. Y, no, no estaba bien.
- Si, estoy bien
- Me llamo Owen
- Hola Owen
- ¿Donde ibas?
- Estoy perdida
Ella desvió la mirada a un lado nerviosa.
- Sígueme y te llevare a tu habitación
Su ropa era diferente a la de Ethan, tenía los pantalones
negro de los cazadores y su torso era cubierto por una playera blanca.
Era muy apuesto.
Caminaron por el largo pasillo en silencio, lo cual le
resultaba a ella un poco incomodo.
-Háblame de algo
- ¿De que?
- Lo que quieras
-No lo sé. No te conozco
- Ya te dije mi nombre. Soy Owen
- Si, pero... ¿cuánto conoces a millan?
Era una de las pregunta que le haría a Ethan pero él no
estaba en ese momento.
-La verdad no mucho, el me rescato de unas bestias que
intentaron matarme- Explicaba el joven que no dejaba de mirarla, le parecía
atractiva.
-Creo que él nos salva a todos.- Murmuro Heaven.
Cruzaron la esquina del pasillo salieron a la parte central
de la cámara del volcán. En ese preciso momento Ethan pasaba por allí.
- ¿Heaven? Que haces caminando así, deberías estar acostada-
Pregunto Ethan, se había molestado por como Millan la había dejado, se supone
que el cuidaría de ella.
-¿Donde está Millan?
Aquel muchacho que la
acompañaba, Ethan nunca lo había visto, seguro era un cuidador del lugar. Ethan
sintió algo que nunca había sentido, no le agradaba aquel muchacho, algo le decía
que sería un problema para él, notaba una mirada un tanto apenada de parte de
Heaven y eso le hacía pensar cosas que no lo dejarían tranquilo.
- Fue a una reunión con los centauros- respondió Heaven.
Owen los contemplaba.
- Owen me acompaño hasta aquí- Heaven dijo voluntariamente.
-¿Eres Owen?... Así que eres el que rescato Millan ¿no?
Ethan no sabía cómo presentarse porque aquel joven le
generaba inseguridad consigo mismo, se sentía inferior a él con solo verlo.
-Si, ese mismo- Respondió.
Ella notaba la tensión del ambiente e intento escapar.
-Millan dijo que lo esperara en la habitación.- Informo.
-Entonces deberías ir a la habitación y descansar allí Heaven,
hasta que Millan regrese.
Ethan se le notaba
desanimado, algo en el había cambiado, quizás era un poco de cansancio que
tenia.
-Ire a ver si Millan me necesita para algo más... El te
acompañara entonces.
-Eh, Ethan
- Heaven, tiene cosas que hacer- Añadió Owen.
-Millan me dijo que estuviera contigo hasta que el pudiera
atenderme- Continuo Heaven.
Ethan se había alejado unos cuantos pasos y volteo cuando
Heaven le hablo, el no entendía que le pasaba, no conocía eso que sentía, su corazón
latía fuerte y su piel se tornaba fría, su test era pálida.
Sentía que quería
estar solo y darse cuenta por si mismo que le pasaba.
-Pero ya tienes compañía así que no creo que yo sea necesario.
Ethan no era así, pero verla con él le producía esa reacción
que el desconocía.
- Pero... Ethan- dijo Heaven desconcertada.
Cuando más lo necesitaba para contarle el se iba.
- Ven, vamos
Owen la ayudaba a caminar por el centro donde muchos habían observado aquella escena.
Owen la ayudaba a caminar por el centro donde muchos habían observado aquella escena.